Su pasión por la historia de Cartagena de Indias se ha convertido en una de las sagradas obsesiones tutelares del escritor colombiano que ahora nos seduce con la novela Aleluya, la fascinante historia de Paula de Eguiluz, célebre en los tiempos inquisitoriales, al haber sido procesada en tres ocasiones por brujería y hechicería. Marco T. Robayo nos sumerge en una bella y documentada obra magistral, en la que la ficción enriquece la narración verídica de la historia, y a su vez, el relato documental se integra al ficcional, conjugando un formidable lienzo de polifonías que palpitan como si acabara de suceder bajo el sol y la luna cartageneros, de hace más de cuatrocientos años. Aleluya teje en tiempo presente una sutil filigrana sobre la vida de esta mujer inigualable, una especie de Sherezade, capaz de aplazar el veredicto insoslayable de la muerte con la gracia de su espíritu.