En Barranquilla, un niño es partido en dos por su abuela. "Un lado de tu cara es elegante y el otro es vulgar", le dice ante el espejo, mientras traza una línea desde la frente hasta la boca, lanzando una suerte de hechizo social. Aunque ella, a toda costa, intenta que el lado "distinguido" del niño reluzca, la casa se sume en una bancarrota que provoca el quiebre mental del padre y que revela, de maneras insospechadas e hilarantes, esa procedencia plebe que la abuela insiste en ocultar.
La frontera encantada es la historia de la vida que sigue a ese suceso fundacional. Es la indagación profunda, descarnada y entrañable de los meandros que recorre el narrador mientras el hechizo crece y se manifiesta en el amor, el sexo y la amistad. Y es, sobre todo, el recuento del enorme esfuerzo que hace por recomponer la libertad y el amparo a través del gozo del cuerpo. A la manera de unas "mil y una noches costeñas", esta novela oscila con delicadeza entre la narrativa, el ensayo, el archivo y la fantasía. Como un largo cuento de hadas, condensa la propuesta estética y política de un autor extraordinario.