¿Qué sucede después de la muerte? ¿Podría alguien encontrar a sus antepasados viajando en el tiempo? Nadie lo sabe a ciencia cierta. En la vida real ninguno ha vuelto del más allá para contarnos cómo es, pero en la literatura es distinto. El poder de la imaginación atraviesa los límites de lo imposible y hace posible que el espíritu de una persona que muere pase a otros estados, a otra vida, y regrese para contarnos la historia. «La vida personal no es más que una sucesión de vidas en el tiempo eterno, una perpetua transmigración», dice el diccionario sobre la transmigración.