Cuarenta mil indígenas asesinados en nombre de una materia prima que sirvió para nutrir una guerra sangrienta.
Antonio de Orrantia tiene 25 años y persigue el sueño de conocer la realidad de las caucherías ubicadas en la selva amazónica, en los departamentos de Putumayo y Caquetá. Por eso emprende un viaje en el que se acercará a una realidad que, lejos del exotismo que imagina, entraña profundas contradicciones, violencias y un racismo que lo enfrenta con sus propios prejuicios cuando se enamora de Toá, una indígena de la región.
La realidad de las caucherías está magníficamente representada en esta novela de César Uribe Piedrahita, publicada en 1933 -la misma época de La vorágine, aunque no contó con la misma difusión de la novela de Rivera- como una manera de indagar lo ocurrido desde comienzos de siglo cuando la cauchería se convirtió en una industria despiadada que incluso enfrentó a los comerciantes peruanos con los colombianos causando una guerra entre los dos países.
"Con planes de hacer ciencia y de trasladar a sus álbumes voluminosos todos los extraños paisajes de aquel mundo nuevo", de Orrantia comprenderá que todo ese presunto exotismo que persigue, es un mundo complejo, que merece ser comprendido desde una mirada menos occidental. Entre la enfermedad y la fiebre del paludismo esta tremenda novela tiene hoy más vigencia que nunca, noventa años después de ser publicada.