Un tema fascinante, que se prestaba para el morbo o el sensacionalismo, pero que Jorge Franco trata con una limpieza literaria impresionante. Es un libro duro, pero natural y fresco. Escrito en un ritmo ascendente que no decae un minuto".
Enrique Santos Calderón, EL TIEMPO
Rosario Tijeras es una mujer sin edad que siendo niña ingresó a la terrible escena del sicariato y la prostitución de Medellín a finales de los años ochenta. Ahora Antonio, su amigo incondicional, la recuerda desde el pasillo del hospital en el que ella lucha con la muerte. Su narración es el retrato de una asesina despiadada, pero también un recuento del descarnado destino de una generación de jóvenes que crecieron sin más alternativas que la violencia.
La historia de Rosario fue conocida por los lectores en 1999 y hoy, veinticinco años después, su vigencia permanece intacta, quizás porque, como dice su autor, es un personaje que "seguimos viendo en nuestras calles y comunas, en Medellín y en el mundo, muriendo de un balazo y confundiendo el dolor de la muerte con el de estar vivos".