Producto del desborde y la inteligencia, la poesía de Álvaro Miranda ?quizás el único poeta neobarroco en Colombia? parece huir de todas las categorías posibles para un libro de poemas. Sus procedimientos narrativos, el uso del castellano antiguo, los imaginarios trastocados del Caribe y el humor giran todos dentro de un feroz tiovivo que no deja de dar vueltas. Tras años de permanecer alejada de los focos, su obra completa, escrita con un lenguaje a la vez vertiginoso y estriado, es publicada por primera vez con el fin de sacar a la luz un trabajo que durante décadas ha recorrido los subterfugios de la poesía colombiana oxigenándola desde el riesgo y la ironía.