Una inusual fábula sabanera con tintes policiacos que devela los miedos previos a la violencia.
En un lugar donde los árboles cuentan secretos, entre los bosques rojizos de las veredas de Cundinamarca, Lorencita, la niña guaquera, ha desaparecido. El obispo de Duitama decide viajar a Subachoque para investigar más sobre su muerte, y encuentra un pueblo cercado por los fantasmas y las leyendas.