Julia desapareció hace siete meses, después de abandonar a Raúl. Sólo quedan su recuerdo persistente, su presencia fantasmal y su voz.
Raúl observa el paisaje y siente a Julia en los silencios. Su amor por ella fue grande y opresivo, y casi lo enloquece su abandono. Raquel vive en Nueva York y enseña Literatura. Detesta a Julia, pero su fantasma la ronda en las noches como un presentimiento lúgubre. Aleja es amiga de Julia y cuenta la otra parte de la historia.
Niebla al mediodía está construida alrededor de un enigma que prácticamente se devela desde el principio: la desaparición de Julia. Sin embargo, como sucede en toda buena obra literaria, el misterio está en otra parte: amarrado a la fuerza de las voces, a la belleza inquietante de los escenarios, a la conversación solitaria de sus cuatro personajes.