Manuel Saturio Valencia fue el último condenado a muerte en Colombia. Aprendió a leer por sus propios medios en la Quibdó de finales del siglo XIX, se interesó en la música y los idiomas. Fue uno de los primeros afrocolombianos en graduarse como abogado y ejercer una carrera como servidor público. Tuvo dos amores imposibles, luchó contra el racismo y sufrió las consecuencias de desafiar el orden establecido. En la misma Quibdó, pero a finales del siglo XX, mediante un estudio documental y una investigación espiritual apoyada en la conexión que sentía con la figura de Manuel Saturio Valencia, Teresa Martínez de Varela escribió Mi Cristo negro, un libro esencial con tintes de melodrama y comprometido con la reivindicación.
Editor literario: Quintana, Pilar