Lo que sigue en estas páginas son noches de deep house en la azotea de un hotel abandonado, amaneceres en la playa con ahogamientos, embalajes de perico al ritmo de Black Sabbath. En el medio, mucho trago, mucho pase, mucho cigarro, mucho porro.
Pelito e? Pimienta, La Muerta Viva, Don Salao, Wendy Voltio, el Rafa de la noche, son algunos de los personajes que habitan esta novela, tan hilarante como desoladora, tan placentera como abrumadora. De fondo, sosteniéndolo todo, una ciudad bañada por un mar en el que flotan pedazos de cadáveres y una playa en la que los cangrejos fuman colillas de cigarrillo.