Las mujeres de estos cuentos viven tragedias pequeñas que enfrentan con la amargura de quien se resigna a un destino manifiesto. Podría parecernos que son espectadoras de sus propias vidas, pero ellas toman el control al primer resquicio de libertad. En los cuentos de La noche de los cangrejos a veces en pueblos cubiertos de polvo, a veces en imaginadas urbes del primer mundo el aire se carga de secretos y las vidas no vividas de las mujeres siempre saben a desdicha. La noche de los cangrejos nos lleva por un sutil universo que rinde discreto culto a los sucesos cotidianos, con una mirada minimalista en medio de un mundo barroco en mitad de pueblos que conocen de vidas aplazadas. Juan Manuel Roca.