En esta novela Rubén Orozco propone un extraordinario juego literario que es a la vez un tour de force: una escritora chocoana, Carolina Caracolí, escribe una perturbadora historia que no está situada en las húmedas y cálidas selvas del Chocó, sino en las gélidas estepas rusas de los alboras del siglo XX. En ella, una joven lastimada por la fortuna debe sobrevivir a un rígido invierno mientras cuida el fantasma de su madre y sueña con una vida distinta en otra parte. Pero La matrioshka, novela lunar a dos tiempos, va más allá y Orozco propone una sorprendente casa de espejos en la que se cuestiona la idea de obra y autor, el valor de los sueños, el significado de la ilusión y el dolor. Armada como una muñequita rusa, el lector descubrirá varias obras dentro de esta novela.
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