Traductor del Cantar de los cantares, defensor de la apertura de la Iglesia a las artes, cazador de epifanías que no pretende cazar, navegador que cree en que Quietos hacemos los grandes viajes, José Tolentino Mendonça escribe una poesía en la que podemos rastrear a San Juan de la Cruz y Herberto Helder, a Rainer Maria Rilke y Adília Lopes, es decir, en la que conviven trascendencia e inmanencia, misticismo y materialismo, lirismo y prosaísmo.
Jerónimo Pizarro