Tal vez ninguna capital del mundo puede competir con Washington en cuanto a la belleza de las sedes diplomáticas allí acreditadas. En su mayor parte, las embajadas en Washington se han asentado en fastuosas casonas de estilo neoclásico, construidas hace más de un siglo en torno a Massachusetts Avenue por familias estadounidenses de gran fortuna y poder. Otras ocupan impactantes sedes modernas, construidas a propósito en terrenos de excelente ubicación.
Las espléndidas imágenes de Antonio Castañeda en este libro, nos conducen a la intimidad de estos ambientes, donde se conjugan además muestras únicas del arte del país respectivo con los símbolos de la nacionalidad, para producir una atmósfera que transporta al visitante a esas lejanas o cercanas tierras ancestrales allí representadas.