Ojalá vieras lo bonita que eres cuando te quieres a ti misma. Cuando te dan igual esos tres kilos de más, o esos cuatro de menos. Cuando prefieres ser la mujer de tu vida y no la de otro cualquiera. Cuando te sientes bien en todos los espejos, porque no hay nada más bonito que la vida refleje tu sonrisa. Ojalá y te vieras como tienes que verte, tan tuya, tan fuerte, tan caótica. Así, tan plena, sin dejar que nadie se atreva a mirar por tus ojos.