Tras la aparente estabilidad de una mujer que se esfuerza por mantener todo bajo control, existe algo que se mueve subrepticiamente y que emerge para ser el punto de quiebre de una familia que pasa de una vida normal, a una vida que lleva a cada uno de sus integrantes a sobrepasar los límites de un vértigo al que nunca se imaginaron llegar. Constanza, narradora de Algo hay adentro, de repente se ve enfrentada al peor de sus miedos: la enfermedad incurable de su hijo. De ahí en adelante nos encontramos con un relato que más allá de ser conmovedor, nos muestra las distintas facetas de una realidad familiar atravesada por la certidumbre de que la pesadilla que viven es completamente ineludible.