La gran novela queer de Colombia cumple 20 años. Y hay todo qué celebrar.
Cuando se publicó por primera vez esta entrañable y dura novela, Colombia no estaba preparada para la discusión pública sobre la diversidad y la posibilidad de que todos los seres humanos pudieran habitar el cuerpo que desearan. Al vecindario de Chapinero comenzaba a nombrársele como Chapi Gay y algunas discotecas hacían su aparición. La noche era el resguardo de las luces y las plumas, de la sensibilidad y el amor.
En ese contexto, Al diablo la maldita primavera cuenta la aventura de Edwin Rodríguez Buelvas quien viene de una ciudad de provincia a la capital para perseguir el sueño de convertirse en la drag queen más famosa de Colombia.
En sus devaneos, afectos, after parties, desenfrenos y tránsitos, la figura de su protagonista hizo de esta novela, que consiguió el Premio Nacional de Novela en 2002, un ícono para miles de personas que no se encontraban representadas en la literatura colombiana. La novela de Alonso Sánchez Baute es hoy, veinte años después, un clásico que debería ser leído con curiosidad e imaginación.