Después de años de escaparle a la muerte, Corso, un antiguo militante guerrillero, es atacado a golpes por delincuentes comunes y queda internado en un hospital junto a don Luis, un anciano moribundo con un oscuro pasado que se resiste a recordar. Atrapados en dos cuerpos dolientes, los hombres entablan una amistad, alimentada de relatos en los que el mar es el recuerdo de los pocos momentos de felicidad y un horizonte abierto al futuro.
