Si la literatura es el instrumento ideal para que el ser humano ilumine los recovecos más oscuros de su mundo interior y perciba con mayor nitidez la realidad que lo circunda, Jonathan Franzen es el novelista contemporáneo que más se ha atrevido a explorar las fronteras que condicionan nuestra existencia. Con Pureza, Franzen ha logrado superar el listón marcado con su anterior novela, Libertad, que en su momento supuso un hito admirado y reconocido en todo el mundo tanto por voces expertas como neófitas.
A partir de las vidas entrecruzadas de un puñado de personajes retratados con un grado de realismo que hipnotiza al lector, el relato gira en torno a una joven de nombre dickensiano, Purity «Pip» Tyler, que tras su paso por la universidad se afana en encarrilar su vida acorde con unos principios que considera irrenunciables. Atrapada en una relación malsana con su madre, que nunca ha querido revelarle el nombre de su padre ni por qué se cambió el apellido antes de que ella naciese, Pip sobrevive con trabajos intrascendentes hasta que el encuentro fortuito con una mujer involucrada en el activismo antibelicista se traducirá en unas prácticas en el Sunlight Project, una organización radicada en Bolivia que se dedica a revelar secretos de personas, corporaciones y gobiernos. El fundador y artífice del negocio es Andreas Wolf, un carismático agitador de la ex RDA reciclado durante el caótico período posterior a la caída del Muro de Berlín. El sospechoso interés de Andreas por Pip trastocará sus ideas convencionales sobre el bien y el mal, empujándola hacia un destino que no figuraba ni remotamente en su imaginación.
El talento excepcional de Jonathan Franzen para volcar en palabras las hebras más finas del pensar y del sentir se pone de manifiesto una vez más en esta trepidante historia cargada de humor, por momentos sombría, inquietante, osada, incisiva, pero siempre cautivadora y de amplitud universal, confirmando su sitial entre los más importantes escritores de nuestro tiempo.