En vísperas de la Navidad del año 1971, en Chicago se anuncia una gran nevada. Russ Hildebrandt, pastor en una iglesia progresista de un barrio residencial, está a punto de liberarse de un matrimonio que considera desdichado, salvo que su esposa, Marion, que también tiene sus secretos, se le anticipe. Clem, el primogénito, viene de la universidad infundido de un moralismo extremo que lo ha hecho tomar una decisión que causará estragos. Su hermana Becky, hasta entonces la reina de su clase en el colegio, ha virado bruscamente hacia la contracultura. El tercer hijo, el brillante Perry, que se ha dedicado a vender droga a sus compañeros de curso, se ha propuesto volverse mejor persona. Mientras que el más pequeño, Jay, intenta abrirse camino entre la incertidumbre y el asombro. Así, todos los Hildebrandt persiguen una libertad que los demás miembros de la familia, cada uno por su cuenta, amenazan con coartar.
El don de Franzen para fundir los pequeños detalles en la imagen completa nunca ha quedado tan de manifiesto como en esta exquisita novela, un mapa de visiones entrelazadas que arroja algo de luz sobre nuestro tiempo.