Esta es la historia de una familia que transformó un pequeño principado en el mayor imperio del mundo, gobernado durante trescientos años por veinte zares y zarinas, entre los que hubo genios como Pedro y Catalina, calificados ambos como «Grande», y locos como Iván el Terrible; hasta que la primera guerra mundial y la revolución rusa acabaron trágicamente con sus últimos representantes.
Los críticos han elogiado unánimemente el rigor histórico del libro y la calidad y el brío narrativo con que está escrito. Antony Beevor, por ejemplo, destaca la fascinación que ejerce la combinación de una historia de épica grandeza, con una sucesión de «episodios de conspiración, asesinatos, torturas, excesos sexuales y alcohólicos, charlatanes y falsos zares, con una ostentosa riqueza basada en la explotación de los siervos y un círculo vicioso de represión y revuelta». Una historia que, por otra parte, nos permite entender por qué el imperio había de hundirse ante la revolución en 1917.