-Ahora quien me aupa?-pregunta Ema cuando esta cansada de caminar. Entonces el papa, Venancio, la lleva de caballito. Y si se queda dormida en el sillon, tambien el la lleva en brazos hasta la cama. Un dia todo se puso raro. Venancio no llego silbando como siempre, ni le dio a Ema un beso en la nariz ni le revolvio el pelo con la mano. Y, para colmo, se tumbo en el sillon peor, el casinegro.-Tu papa esta enfermo-le dijo mama-. Esta preocupado y muy cansado. -Ahora quien lo aupa? -susurro Ema cuando lo vio dormido en el sillon. Emita descubre que tambien los adultos tienen dias dificiles.