Un libro con detalles de la filosofía, imaginación y subcreación de Tolkien.
J.R.R. Tolkien opinaba que El Silmarillion era el fundamento para su mundo imaginado, pero a pesar de ser la obra primaria y central, no fue capaz de llevarla a su forma final, y le tocó a su hijo, Christopher, construir la última versión de un Silmarillion a partir de los relatos dejados por su padre cuando éste falleció.
Porque, partiendo de un mito cerrado, con un comienzo y un final, el material narrativo había llegado a adquirir una extensión enorme, con importantes personajes que emergían de los Días Antiguos, entre los cuales Galadriel era la más importante. Por lo tanto, Tolkien tuvo que realizar una gran cantidad de reescrituras para que El Silmarillion guardase una correcta relación con El Señor de los Anillos.
Editado por Carl F. Hostetter