Nos encontramos ante el prototipo del héroe americano que intentó experimentar en su vida aquello que escribía. Su obra es un himno a la naturaleza y a la libertad del hombre, y su exitosa difusión lo convirtió no solo en un mito para los lectores de su época, sino para los de generaciones venideras.
Tenemos en nuestras manos la obra maestra de Jack London, que fue escrita en 1903 en escasas cinco semanas y que agotó su primera edición de diez mil ejemplares en tan solo un único día.
The Call of the Wild, que se suele traducir como La llamada de lo salvaje, La llamada de la selva o El llamado de la selva, fue un éxito rotundo que motivó a su autor a escribir más adelante, en 1906, su otra obra maestra Colmillo Blanco (White Fang).
El escenario se desarrolla en el Klondike y el Yukón durante la fiebre del oro que aconteció en Norteamérica en el siglo XX, en parajes que el autor conoció y padeció como un auténtico buscador de oro.