Para explorar las múltiples relaciones entre la verdad histórica, lo falso y la ficción, Carlo Ginzburg indaga en temas muy heterogéneos: judíos de Menoría y caníbales brasileños, chamanes y anticuarios, romances medievales, los Protocolos de los sabios de Sión, la fotografía y la muerte, Voltaire, Stendhal, Flaubert, Auerbach, Kracauer, Montaigne. Contra la tendencia del escepticismo posmoderno a difuminar la frontera entre narraciones de ficción y narraciones históricas, el autor aborda esta relación como una disputa por la representación de la realidad, un conflicto hecho de desafíos, préstamos recíprocos e hibridaciones.