Los sucesos ocurridos durante la guerra de Independencia española (1808-1814) fueron plasmados de manera magistral por don Francisco de Goya y Lucientes, en una serie de 82 láminas grabadas entre 1810 y 1820 con la técnica del aguafuerte, que el artista tituló Los desastres de la guerra, un descomunal grito en contra de la sinrazón de la violencia. En sus planchas Goya no quiso representar héroes ni batallas como sí la crueldad sin límite, la desesperación, el hambre, en suma el horror y la barbarie implícitos en una guerra, en cualquier guerra.
Pero la guerra no solo trae consigo la ruina material y moral de los pueblos que la padecen; así, para la España que luchó por expulsar al invasor francés supuso también la pérdida de gran parte de los logros obtenidos por los liberales en la Constitución de 1812, tanto como su condición de potencia imperial. La corona española perdería irremediablemente sus reinos en América.