Hoy en día la imagen de Jorge Eliécer Gaitán con el puño cerrado y su grito vehemente se multiplica en las paredes, como también se multiplican la injusticia y la impunidad en Colombia. Un informe de la Contraloría General de la Nación de 2018 afirma que la corrupción le quita a los colombianos cerca de 13 mil millones de dólares al año, dos veces el equivalente al presupuesto de siete ministerios. Es decir, que este país es el más corrupto de América Latina y, claro, el más cruel. Y es justamente por cifras como éstas que aparecen todos los días nuevos carteles bajo los puentes. Quienes los pintan, los imprimen y los pegan en las calles piensan que son la voz misma de Gaitán, el pensamiento mismo del caudillo. Y es por eso que un fantasma recorre Colombia.