Ha transcurrido casi una década desde la llegada de Cioran a París en 1937. El autor ha realizado ya sus primeros tanteos en la lengua francesa. No hace mucho ha dado término a la versión definitiva de Breviario de los vencidos. El episodio de Dieppe está muy cerca, y con él, la decisión de operar definitivamente el salto que lo catapultará como uno de los prosistas más finos de las letras universales.