All the Small Things fue la primera canción que el autor de este ensayo sacó en su guitarra. Aunque quiso dedicarse a la música, nunca tuvo una banda. Sin embargo, ahora sabe que de esa frustración nació la voz del poeta que es hoy. «Repasar por dónde empezar, rasgar un primer acorde, cerrar los ojos, amasar la atención adentro, ignorar las miradas, intentar cantar, hacerlo mal, reír, parar», en eso, dice, se parecen tocar y escribir.