El Premio Hispanoamericano de San Salvador se ha convertido en un referente para la poesía en español. Pese a su corta trayectoria, el galardón es ya un clásico para los poetas hispanoamericanos.
Uno de los efectos de este nuevo libro de Víctor Rivera es lograr que el desamparo humano la profunda y radical desolación de vivir, con sus maravillas y terrores aquiete sus aguas, gracias a la música verbal que posa la mirada sobre la naturaleza, cuando la voz dibuja con sus visiones los contornos íntimos del horizonte, y por ese gesto primordial la existencia de todo se reconoce.
Y lo contenido por el aliento, escena tras escena, modula con su cadencia visual las turbulencias del paisaje hasta la calma misma que penetra la mirada. Se trata, por supuesto, del propósito de establecer un lugar en el mundo, de estimar la naturaleza por su condición plenamente humana, como un hecho del lenguaje. Configurar así la imagen del universo es habitarlo como ritmo, y el poeta verdadero lo fija mediante el color elegido para nombrar lo celeste y constelado que mora la tierra.
Felipe García Quintero