En este libro, lleno de flores del herbario de Emily Dickinson y diagramado con el espaciado original de su letra manuscrita, Tania Ganitsky nos lleva a en un viaje narrativo por los principales aspectos de la obra de la poeta. Entre sueños, poemas y anécdotas de sus primeras lecturas, la autora nos enseña cómo el juego de leer poesía se sostiene más sobre la sensibilidad que el entendimiento.
Dos poetas de diferentes tiempos se entrecruzan en un solo viaje narrativo.