CUANDO LLUEVE, las personas se alejan
un poquito más del mundo.
Olvidan los nombres de los animales y las plantas
y sus formas solo les parecen familiares.
Pierden de vista el cielo
y miran el piso mojado
que revela el remordimiento de la tierra.
Quienes pueden prenden fuego
para calentar su hogar,
secar la ropa y los malos pensamientos.
Los amantes se abrazan
y les parece que todo el universo escampa.
Los que están solos miran por la ventana
hasta que retornan los tigres, los caballos, los abedules.