Ana María Machado traza en esta novela un retrato panorámico de su país, que abarca un largo periodo comprendido entre la llegada de los portugueses en el siglo XVI a la tierra que comenzaría a llamarse Brasil y nuestros días. Una mirada femenina pone especial énfasis en las historias corrientes, insignificantes para la historia oficial, y da por lo tanto un lugar destacado a la vida cotidiana, dibujando el singular proceso de mezcla de razas y culturas que dio forma a una nación especialmente diversa.