Como toda poeta bella, Rossana Montoya asume el reto de que sus poemas estén a la altura de su ?gura. Y lo logra. Re?exionando acerca de lo que le pasa por el cuerpo como triturando el espejo. Porque sabe lo que es vivir los embrujos. Se encamina al silencio como hablándonos al oído. Re?riéndose al sexo como a la parte más sensible del corazón. Conduciendo a sus adentros a quien la sostiene en las manos con sólo leerla. A nada teme la poeta porque ya las variantes del amor le han mostrado sus fauces. Desnuda de toda creencia. Animales feroces pasan por su recámara pero retroceden ante el ?lo de su sonrisa. En los próximos segundos usted será mío. O seremos uno. Bonita manera de seducir al lector. Soy el primer capturado. JOTAMARIO ARBELÁEZ