En este volumen se reúnen todos los relatos de Flannery O'Connor, tanto los que publicó en vida como los que dejó inéditos, muchos de los cuales nunca se habían traducido al castellano. El genio lúcido, doloroso y atormentado de Flannery O'Connor alcanza sus más altas cimas en el cuento, género que cultivó ininterrumpidamente desde sus años de estudiante hasta su prematura y trágica muerte. Las historias de este libro hiriente y sobrecogedor tienen como escenario los pueblos y las tierras del sur de Estados Unidos, especialmente su Georgia natal, un mundo decrépito y en ruinas cuyo secular abandono y pobreza ancestral aparecen marcados por la violencia y el odio. Pero, más allá de la sordidez, los conflictos raciales, el asfixiante peso de la religión y la frustrada lucha por la libertad, hay siempre en los cuentos de Flannery O'Connor una extraña belleza, una íntima exposición moral de la condición humana que trasciende la anécdota. Comparada a menudo con William Faulkner o Carson McCullers, con quienes forjó lo que se ha llamado el «gótico sureño», Flannery O'Connor es una de las narradoras imprescindibles de la literatura norteamericana del siglo XX. Reseñas:
«Flannery O'Connor deja al lector paralizado, conmovido y profundamente impresionado por un talento literario de una singularidad y grandeza únicas.»
Sunday Telegraph «Sus cuentos son duros, imaginativos, están vivos.»
The Observer «No fue solo la mejor escritora de su época y país: expresó algo secreto sobre el sur de los Estados Unidos, con ese talento extraordinario para mostrar el espíritu real de una cultura. Fue una genia.»
The New York Times «Una artista incomparable que escribió algunos de los mejores relatos en nuestro idioma.»
Newsweek «Una colección magnífica de una gran escritora.»
Hermione Lee, The Independent «Un corpus magistral, una de las cimas de la literatura del siglo XX.»
Juan Manuel de Prada, ABC «Hay un antes y un después de leer a Flannery O'Connor.»
Carolina Esses, La Nación «La obra de Flannery O'Connor constituye una de esas felices rarezas literarias que hará las delicias de quienes la frecuenten.»
Miguel Lorenci, La Voz de Galicia «Flannery O'Connor tendía a volver una y otra vez sobre las mismas situaciones sin perder su capacidad de sorprender. En su trabajo hay patrones recurrentes, pero siempre se las arregla para que parezcan nuevos.»
Tobias Wolff «Una de las escritoras más sorprendentes y con más talento que han salido del sur de los Estados Unidos.»
V. S. Pritchett «O'Connor enfrenta a los lectores a situaciones intrascendentes a primera vista, pero que terminan mostrando la complejidad de lo más nimio y, por ende, resultando grotescas.»
José Antonio Gurpegui, El Cultural «Cuando leo a Flannery O'Connor, no pienso en Hemingway, en Katherine Anne Porter o Sartre sino en alguien como Sófocles. ¿Qué más puedes decir de un escritor? Escribo su nombre con honor, por toda la verdad y destreza con que muestra la caída de un hombre y su deshonra.»
Thomas Merton «Con una agudeza que aún hoy desconcierta, los escenarios de O'Connor están llenos de una malignidad absurda y casi juguetona. Una mirada profunda hacia el núcleo de lo grotesco en medio de lo cotidiano.»
Aglaia Berlutti, Eñes «En pocos escritores encuentra uno la perfección con que ella articula, valiéndose de tramas impecablemente estructuradas, esos desenlaces imprecisos, provocadores y provocados por sus desencadenantes psicológicos y espaciales.»
Raymundo Gomezcásseres, El Espectador (Colombia) «Quien lea un sólo cuento de Flannery O'Connor vivirá una transformación instantánea en el rostro. Le achinará los ojos, le suavizará la piel, le elevará las cejas y empezará a mover inconscientemente los labios siguiendo el relato. Al final, la lengua se tropezará con los dientes y entonces saldrá un ruido, pero será difícil de identificar. Parecerá una carcajada, pero no. Parecerá un grito de terror, pero tampoco. Parecerá el ruido sin sentido de una histeria, pero todavía menos. Parecerá la voz que hay detrás de nuestra propia conciencia, y eso parecerá más acertado. Es la música de los cuentos de la escritora estadounidense, una música única, especial, reveladora y que la convierte, sin duda, en la mejor escritora del siglo XX junto a Eudora Welty. [...] El lector primero se sorprende, luego se ríe, después siente un estremecimiento y al final uno se siente agotado, confuso, pero lleno de un extraño vigor.»
Carlos Sala, La Razón