n 1993, un año antes de su muerte, Derek Jarman escribe Croma. Entre las páginas de este original y ecléctico tratado sobre el color, que presta atención al fenómeno tanto en la más humilde de sus manifestaciones materiales, la obtención de pigmentos, como en las condiciones históricas de sus usos y sus diversas funciones en la historia del arte y las ideas, Jarman se despide de la biblioteca, de su jardín, del pasado, del sexo, de sus amigos, de la vida y también de ese color que ya apenas puede entrever. En un singular camino de elegía furiosa, propone a su lector una intimidad intensa y lacerante.