Estos textos, de obligada lectura, son el testimonio vivencial y angustioso de uno de los acontecimientos más importantes de la historia moderna. El que había de ser uno de los viajes más trascendentales de la historia empezó a tomar forma el 22 de mayo de 1492, cuando los Reyes Católicos ordenaban la construcción de las embarcaciones para tan arriesgada expedición. Finalmente el 3 de agosto, el visionario de tan audaz misión, pudo embarcarse al frente de la Santa María, la Pinta y la Niña, tres naves cargadas de provisiones, marineros y, sobretodo, grandes esperanzas de encontrar una nueva ruta comercial que cruzara el Atlántico.
En la noche del 11 al 12 de octubre de 1492 se dio el grieto "¡Tierra!", y la historia de Europa, de América y de la humanidad cambió de manera irreversible. Así descubrió Cristóbal Colón los territorios que posteriormente llamarían "Nuevo Mundo"
El denominado Dairio de a bordo de Colón, manuscrito de autor desconocido y atribuido al propio Colón y a Bartolomé de las Casas, como cronista, historiador y recopilador de sendos documentos y anotaciones del navegante, de sus hijos Hernando y Diego, y de algunos de los marinos, son la fuente más conocida y citada sobre el viaje.