La aparición de esta insólita novela fue un auténtico terremoto en la literatura hispanoamericana. Desde entonces, este libro se ha convertido en un verdadero clásico de nuestro tiempo, un prodigio de experimentación, delicadeza imaginativa y elegancia alucinada. Una ficción desafiante y divertidísima que vale la pena leer y releer, porque entre sus páginas esconde una de las propuestas estéticas más atrevidas y provocadoras de las letras contemporáneas. César Aira es uno de los narradores más radicalmente originales, imaginativos e impredecibles.
De la mano de una destreza estilística sin par, el lector se deja asombrar aquí por un relato de infancia en el que todos los elementos tradicionales están al servicio de una secreta reflexión sobre la idea de realidad, las trampas del conocimiento y los límites del saber. El resultado es una obra atrapante e incendiaria, el laberinto de una memoria inventada en el que nada es como parece y todo se transforma. Justo lo que siempre enseña la mejor literatura.