Celos, que el propio Proust publicó en 1921 como «Novela inédita y completa» constituye una variante de A la busca del tiempo perdido, concretamente del cuarto tomo, que el autor anticipó en parte en esta versión. Una nueva oportunidad de acercarse a Proust y a su obra maestra.
La novela maneja magistralmente los tiempos, desde el tempo lento del comienzo hasta el clímax final. En palabras de Mauro Armiño, «Celos se convierte en una pequeña fisura por la que el lector penetra en el mundo de A la busca del tiempo perdido, de sus personajes y de los temas clave: amor, celos, deseo, inquietud, angustia
los fantasmas que roen la conciencia de un mundo de apariencias, mientras los protagonistas se retuercen bajo la desgarradura de los celos y el deseo. Las secuencias se multiplican encadenándose como en una película para culminar en la alta noche y su tortura del amor cruelmente insatisfecho; secuencias-escenas, de ritmo rápido, con primeros planos y detalles que insinúan lo que se oculta: de ahí la importancia que Luchino Visconti daba a estos pasajes en su guión cinematográfico de A la busca del tiempo perdido».