De entre todos los escritores japoneses que alzaron sus voces contra las atrocidades de la guerra y la barbarie de la bomba atómica destaca con letras de oro el nombre de una mujer: Miyamoto Yuriko. Comprometida con los más desfavorecidos, Yuriko describió la terrible situación de la clase trabajadora durante el periodo de capitalismo imperialista y militarismo desbocado en los años 30 del pasado siglo.
Presentamos tres relatos autobiográficos que dibujan un descarnado retrato del Japón de posguerra. En «Una flor» la joven protagonista participa activamente en la disidencia comunista y, mientras huye de la persecución política, trata de hacer oír su voz a favor de la libertad y la paz. «La planicie de Banshu» está considerada la mejor narración jamás escrita de la rendición de Japón. El estupor, la confusión y la angustia que causó la noticia son plasmados con delicado lirismo, sin rencor, dejando una puerta abierta a la esperanza. En «Hierba del viento» una pareja trata de reajustar su vida en común, tras 12 años de forzosa separación, y asumir la diferente evolución que han sufrido los dos protagonistas: ella, transformada en mujer independiente, fuerte y resuelta y él, convertido en un hombre perdido, huidizo y débil.
La obra de Miyamoto Yuriko es el testimonio vivo de la conciencia social de una autora que fue faro intelectual de la izquierda y encabezó la lucha por la liberación de la mujer en Japón.