Desde que sus padres fueron asesinados cuando era una niña, Nonna Sawaguchi juró dedicar su vida a la justicia y a atrapar delincuentes para que nadie más tuviera que sufrir como ella. Ahora, convertida en una científica forense, colabora con la policía, pero la vida de investigadora no es tan fácil como parecía. Trabajando con Reiji Mano, un forense al que admira enormemente, en este segundo tomo Nonna tendrá que enfrentarse a casos de lo más escabrosos: investigar restos de sangre para encontrar al asesino de una mujer o el detritus de las uñas de un niño hallado muerto. No es fácil ser forense, pero ála verdad saldrá a la luz!