La sangre mancha la corona de la reina de reyes.
Un golpe de espada les ha dado a los Lobos la soberanaáque necesitan. Ahora, el único problema es convenceráa esa reina de que debe gobernar.
Odette desea ser libre.
Kirian desea liberar Erea.
Y los dos están a punto de descubrir que estánádispuestos a sacrificar para lograrlo.
Mientras fuerzas dormidas despiertan, ambos seáadentrarán en un mundo donde las criaturas oscurasámás peligrosas no son las que aguardan en las sombras:ápresagios de muerte, crímenes imperdonables yápromesas envenenadas. Kirian y Odette deberánárecordar que, aunque cruzar las puertas de la morada deáGaueko nunca sea caro, salir siempre requiere un precioámucho más alto; un precio que no todos pueden pagar.