Los artículos que componen Textos costeños, primer volumen de la Obra periodística de Gabriel García Márquez, abarcan el período que va de mayo de 1948 a diciembre de 1952. Por un lado constituyen los primeros escritos de un joven de veinte años que llegaría a ser el novelista hispánico más importante de la actualidad y, por otro, son el testimonio del convulsionado mundo colombiano tras la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948.
Los comienzos de Gabriel García Márquez como redactor de El Universal supondrían el punto de partida de una conmoción literaria que ha influido profundamente en la literatura contemporánea. El hecho más puntual, la noticia más cotidiana, se inscriben en el universo de magia literaria privativo del gran creador de Cien años de soledad,El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada.
En muchos casos, estos impecables textos -recopilados y prologados por Jaques Gilard- se convierten en la explicación de ámbitos que en sus novelas están en forma alusiva. En ellos se encontrarán ecos de la temática de su obra literaria, modificados mil veces por el golpe de luces nuevas. Cronológicamente contemporáneos -como contrapunto y ritmo- de sus novelas y cuentos, advierten que el pensamiento y la pasión -en unos momentos- son los mismos, y el tema en literatura es tan único -y tan diverso- como la vida.