En 1981 Michel Foucault dicta un curso en el Collège de France que marca una inflexión decisiva en su derrotero de pensamiento y el proyecto esbozado en 1976 de una "historia de la sexualidad". En ese momento, las artes de vivir se convierten en el núcleo de sentido a partir del cual podrá desplegarse un nuevo pensamiento de la subjetividad. Y también en ese momento, Foucault problematiza una concepción de la ética comprendida como la elaboración paciente de una relación de sí consigo mismo. El estudio de la experiencia sexual de los antiguos permite esos nuevos despliegues conceptuales.