Los años en que vivió Thomas Mann, de 1875 a 1955, significaron en su conjunto una época verdaderamente fatídica para la historia de Alemania. Y Mann los sufrió como muchos, pero de forma diferente, llevándolo todo más allá gracias a sus escritos. En ellos fue introduciendo detalles, recuerdos, anécdotas y sentimientos, llegando incluso a anotar día y hora. Y con ello se puede decir sin caer en falsedad que existe una identidad total entre obra y persona.
Este Sobre mí mismo es, a modo de presentación o ensayo autobiográfico, un texto donde el autor se sincera sobre sí mismo más aún que en cualquier otra obra suya; una aventura personal, un cuaderno de viajes y episodios familiares, y todo aquello que concierne a su trabajo, y sus ideas acerca de la religión, la música o el psicoanálisis, por ejemplo. Así, Mann se convierte en un representante cultural de su tiempo y demuestra ser, una vez más, un profundo conocedor del ser humano.