«Sobre algunos enamorados de los libros a quienes fascinaba la literatura y que aspiraban a convertirse en escritores pero no lo consiguieron por diversas causas relacionadas con las circunstancias, con el siglo en que nacieron, con su carácter, debilidad, orgullo, cobardía, molicie, bravura, o incluso con el azar, que hace de la vida un juguete y de nosotros, en sus manos, tan solo diminutas criaturas, vulnerables y taciturnas.» Philippe Claudel dedica su libro más irónico y audaz a aquellos que, empeñados en querer escribir, se convirtieron en desafortunadas, patéticas y delirantemente entrañables víctimas de la literatura.