Chupeta, Martín Llanos, W, Guacamayo, David Murcia, el Loco Barrera, Valenciano, Sebastián, Lorena Henao y Marcos Figueroa, fueron captudados en inpecables operaciones de las que participaron avezados agentes de la policía de Colombia, con la colaboración de agencias de inteligencia de Esados Unidos, Inglaterra y otros países.
Estas reveladoras historias sintetizan de alguna manera la tragedia que hemos enfrentado desde hace cerca de cuatro décadas, cuando nuestro país se convirtió no sólo en el primer productor de cocaína del mundo, sino en un campo de batalla donde los carteles pretendieron imponer un narcoestado.
Las lecciones que reflejan al ascenso, el auge y la caída de los nacotraficantes que se sintieron todopoderosos e invencibles, me llevan en estas páginas a rendir tributo a cientos de policías, soldados, fiscales, jueces y periodistas que entregaron sus vidas con valentía para no claudicar ante el desafío criminal.