YYo creía que eso no les pasaba a los niños. Sin embargo, un día, la perdí. La busqué por todas partes... Nada. ¡Mi voz había desaparecido!
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información.