Las REGLAS PARA LA DIRECCIÓN DEL ESPÍRITU comenzadas en el invierno de 1628 y publicadas sólo póstumamente constituyen una pieza clave en la obra de RENÉ DESCARTES (1596-1650) y el punto de arranque de un nuevo modo de reflexión científica. «Sólo quien haya pensado real y detenidamente este escrito, radicalmente parco, hasta en sus rincones más recónditos y fríos, estará en condiciones de tener una idea de lo que pasa en la ciencia moderna», comentó en su día Martin Heidegger. La importancia epistemológica de la obra traducida y prologada por Juan Manuel Navarro Cordón no agota, sin embargo, la riqueza de su contenido, pleno de implicaciones filosófico-metafísicas y establecedor de algunas de las bases fundamentales de la época moderna. Otras obras de Descartes en esta colección: «Discurso del método» (H 4406).