El doctor Jordi Montero ha querido poner en negro sobre blanco todo lo que ha aprendido, a lo largo de una dilatada carrera como neurólogo, acerca del dolor. El resultado es un libro fascinante. Con un estilo cercano, por momentos incluso irreverente, Montero nos da permiso para quejarnos tanto como queramos y, a cambio, nos propone algo que muchos médicos parecen haber olvidado. Nos mira a los ojos cuando nos escucha y, una vez ha entendido lo que nos pasa, nos explica con calidez las causas de nuestra dolencia, y todas las implicaciones que esta comporta. A veces es necesario adentrarse en las profundidades de ese órgano misterioso que es el cerebro o interrogarse sobre el papel de nuestra cultura a la hora de escuchar a nuestro cuerpo, otras basta con prestar atención los sentimientos, estrechamente relacionados con nuestra percepción. Sea de un modo u otro, este es un testimonio ante todo honesto, que no esconde lo dramático que resulta el dolor para miles de personas en todo el mundo, pero al mismo tiempo es riguroso y optimista. De este modo, nos permite configurar cuáles son los límites del dolor, que desde luego nada tienen que ver con los designios divinos, y, en cambio, nos sumerge en la neurología, una ciencia que está revolucionando la manera de entender al ser humano y su realidad.